jueves, 17 de marzo de 2011

Cuando mas oscuro se ve todo, es porque ya va a amanecer

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Hola, soy Gabriela, madre de tres hijos, pero de la que les quiero platicar es sobre Julia, la mayor, quien tiene un trastorno alimenticio hace casi tres años y para mi es un gusto poder compartir con ustedes mi experiencia. Espero en algo pueda serles útil o por lo menos los haga sentirse un poco menos solos en este doloroso camino.

Creo que es muy importante hacer un poco de Historia.
Julia desde muy pequeña fue una niña a la que siempre le costo muchísimo quedarse dormida, tenía muchos miedos y conforme fue creciendo su autoestima fue bajando, al principio siempre con sentimientos de rechazo de los amigos y mas adelante hasta sintiéndose una niña fea, y no es que yo sea la madre, pero es guapísima.
Cuando entró en la adolescencia también empezó a irle mal en los estudios y en 1º de secundaria, fue víctima de un bulling terrible ( básicamente le dieron gorda todo el año escolar, y es que ella estaba desarrollada y las demás niñas todavía tenían cuerpo de niñas), en casa las cosas tampoco iban nada bien, nos cambiamos de país y la verdad no nos fue como pensábamos, es muy duro ser emigrante, tanto a mis hijos como a mi marido y a mi nos costo mucho adaptarnos y digamos que en casa las cosas empezaron a estar mal, las relaciones estaban muy mal.

Al año de irnos de México, Julia empezó a insistir en que estaba engordando mucho, decía todo el tiempo que estaba incomoda, de echo paso casi un año vistiéndose solo con pants, porque la ropa le apretaba y se sentía muy incomoda, todo el tiempo se tocaba la panza y trataba de meterla siempre que estaba comiendo, ni estaba gorda, ni le apretaba la ropa, había crecido si, fue justo cuando tuvo la regla y se desarrollo muy rápido, pero de gorda no tenía nada, me pidió varias veces que la llevara a un nutriólogo, no lo hice, y la verdad no se si hice bien o mal, hay diferentes opiniones…

A los dos años de llegar a Madrid, y justo cuando empezaba el verano, Julia empieza a dejar de cenar lo mismo que toda la familia, solo quería ensaladas, pero cuando se quedaba sola en casa, nos hacía unos platillos espectaculares para cuando llegáramos, ella nunca los probaba, decía que de tanto cocinar ya le había dado asco. Veía los canales de cocina todo el día y cada vez restringía mas lo que comía.
Por esos días también empezó a ilusionarse con un vecino, el chico parecía buena gente, no duró mucho el encanto, empezó a pedirle que hicieran cosas a escondidas y terminó diciéndole que si bajara un poco de peso estaría mucho mas guapa, y de verdad insisto, no estaba nada gorda!! Pocos días después Julia se enteró que su príncipe azul, tenía novia y desde hacía ya tiempo. 
Yo creo que estos eventos fueron la gota que derramó su vaso.

Poco tiempo después empezó a levantarse en cuanto terminaba de comer y cuando le preguntábamos a donde iba se enojaba muchísimo, sin ninguna razón, para este momento ella ya nos había dicho que se iba a cuidar y que no iba a comer cosas que engordaran, a mi no me pareció mala idea y digamos que lo permití, para entonces ya no quería salir a comer a ningún sitio y si la llevábamos un poco obligada, se levantaba también de la mesa en cuanto terminaba de comer y tardaba mucho en volver.
A mi ya no me gustaba nada lo que estaba pasando, pero no podía ver con claridad que era lo que me irritaba tanto, solo sabía que algo estaba muy mal!
Gracias a Dios mi madre estaba en Madrid de visita en casa, y ella también veía lo que mismo que yo, pero no decíamos nada. Yo estoy cada vez mas convencida que cuando tu cabeza sabe que algo te va a doler mucho, lo niega, y eso si ya depende de cada quien si quiere hacer un esfuerzo por ver o seguir negando, que claro solo hace que las cosas vayan a peor. Yo no suelo negar mucho tiempo las cosas, a mi me da mas miedo eso que entrarle al asunto.
De todo esto que les cuento pasaron mas o menos dos meses, y un día, (que no voy a olvidar nunca) estábamos mi madre y yo en la cocina después de cenar, ya todos se habían ido, cuando me dice: Gaby, tu no has visto que algo raro le esta pasando a Julia, sentí que me tiraban una cubeta de agua fría encima, porque si mi mamá también lo veía es que era cierto!!!!!! Y lo peor, en ese momento que empezamos a hablar, sabía perfectamente de que se trataba… mi hija vomitaba, no había ninguna duda!!!! Sentí que el mundo se me venía abajo, lo primero que pensé es que se nos iba a morir, no es que conociera muy bien la enfermedad, para nada, pero sabia que era muy grave. Subí a mi cuarto y desperté a mi marido, le dije: Jose, Julia tiene bulimia, se volteo y me dijo, -¿queeeee?, ¿No podemos habarlo mañana?, yo claro que le dije que no, pasamos toda la noche buscando información por Internet, cosa que no le recomiendo a nadie, solo te llenas de angustia y aunque los dos adoramos a nuestra hija, nosotros no podíamos hacer nada por ella, claro, mas que llevarla con un especialista. Empezamos a buscar a donde podíamos llevarla y una buena amiga me dio el dato del "mejor doctor de Madrid".

Ahora tocaba hablar con Julia y así lo hice, de plano una tarde le dije que tenía que hablar con ella, (mi marido no quiso hacerlo, decía que le daba mucho miedo), y nos sentamos en la sala, le dije: Julia hace un tiempo que veo que haces cosas extrañas, además de que veo que has bajada bastante peso, y lo que creo es que estas vomitando, y sorpresa!!! Que creen que me contestó, si mami, llevo casi dos meses haciéndolo y ya no puedo mas, por favor ayúdenme!!!
La verdad en ese momento pensé que todo lo había echo por conseguir nuestra atención, ojala hubiese sido así.
Hablé al médico, no estaba, era verano y tardaba un mes en llegar, no podíamos esperar tanto!! Así que tomé la cita que nos dieron con una colega del Dr.
Llevamos a Julia, había bajado 13 kilos, y yo pensaba que había bajado un poquito!!!!
La medicaron y empezó a ir a consulta una vez por semana, cada semana estaba peor, con menos peso y mas deprimida y sobre todo mas encerrada en casa, ya no quería hacer nada, y claro ahora ya sabíamos que vomitaba, nos dijeron que no peleáramos con ella cuando lo hiciera, cosa que nos llevo mas de un año en lograr, al mes y medio de ir a la terapia, ya había perdido 16 kilos y la situación ya era insostenible, con ella, con mis otros hijos y con mi marido, todo se volvió un caos.

Ahora estoy convencida que la culpa y el miedo nos volvió a mi marido y a mi unos locos perdidos!!!!
La Dra. Nos dijo que ya no podía seguir tratando a Julia como paciente externo, que había que internarla y lo antes posible. Que dolor, nunca imaginé en mi vida que pudiera sentir tanto dolor, impotencia, culpa, miedo , desesperación, enojo, tristeza, vaya un manojo de sentimientos espantosos.
Lo primero que pasó por mi cabeza fue vengarme de quien tanto la había lastimado en el colegio, afortunadamente pronto olvidé el tema, no tenía tiempo para eso ni para nada que no fuera estar con Julia, la llevamos al hospital y la internaron por primera vez un mes y medio, la verdad para mi fue un alivio, pensé que era el principio del fin de todo esto, que equivocada estaba, claro que la subieron de peso, pero con su cabeza no hicieron mucho. Salió del hospital con un nuevo síntoma, no comía nada!, bueno a lo mejor una manzana en todo el día, y así como tres semanas, mi casa ahora si era un caos absoluto, la ansiedad de todos se respiraba antes de cruzar la puerta, ahora que escribo esto me da hasta frío, que época tan espantosa, toda la familia estaba pendiente de lo que Julia comía, o sea nada, ella obviamente cada día estaba peor, además de muy delgada, sin ningunas ganas de vivir, el colegio se fue a la porra y pasó lo que nos esperábamos, se tomó una caja entera de algún fármaco, ya no recuerdo cual, tomaba tantos!! Claro que los teníamos bajo llave, pero su habilidad para transgredir todo fue creciendo día a día, en fin la llevamos al hospital, le lavaron la panza y claro la dejaron internada, esta vez tres semanas, y así pasaron una y otra vez hasta llegar a nueve internamientos, a nosotros nos decían que hasta que no cumpliera 19 años no se iba a curar, tenía 15 para ese entonces, imagínense el panorama!!
Cada vez que salía la cosa cambiaba, o no comía nada ni bebía agua, o se daba los atracones mas impresionantes del mundo, la puerta de la cocina ya estaba con llave, por instrucciones médicas, pero claro que ella la rompía o nos buscaba las llaves, eso fue un sin vivir, mi relación de pareja se vino abajo, mis hijos cada día estaban peor, horrible una cosa horrible.
No saben cuantas veces pensé que un día me iba a despertar y la iba a encontrar muerta, o que en el momento menos pensado se iba a quitar la vida.

Decidimos llevarla a una terapeuta particular, la trató mas o menos 4 meses y nada, no cambiaba nada.

Yo creo mucho en Dios, y se los digo porque si creo que el tiene todo planeado, cuando las cosas ya estaban de verdad muy mal el trabajo de mi marido nos regresa a México, solo nos daba pánico una cosa, el tratamiento de Julia, así que investigué y alguien me recomendó Ellen West, vine a la ciudad a buscar casa, escuela y tratamiento, fui hablar con la Dra. Araceli Aizpuru, y la verdad me recibió con los brazos abiertos, quedé de llevar a Julia en cuanto estuviéramos todos aquí, y así lo hicimos, no se porque razón pensé que no la iban a internar otra vez, seguramente la costumbre y el tiempo hicieron que yo ya no viera tan grave a mi hija, no lo sé.

Llegamos a la cita y en menos de 15 minutos me dijeron, Julia esta muy grave se tiene que quedar, de verdad cada día estoy mas convencida de que Dios sabe como hace las cosas, Julia se quedó y mi marido y yo nos fuimos muy tristes, pero enserio, mas tranquilos que nunca, yo sabía que Julia se iba a curar, lo sabía, y ese día también supe porque Dios nos trajo a nuestro país de vuelta.

Julia estuvo casi 5 meses internada, fue duro no verla, y fue difícil pagar el tratamiento, pero ahora que la veo tan bien, con ganas de vivir y como si fuera otra niña, se que hicimos lo correcto y también se que en España no se iba a curar o por lo menos no tan pronto, el camino hubiese sido demasiado duro y no se si lo hubiéramos soportado.
Se que queda mucho por hacer por ella y por nosotros cuatro, y claro que vamos hacerlo.

Hoy solo me queda darle gracias a Dios por darme una hija como Julia, por darnos la fuerza para vivir todo lo que hemos vivido, por poner Ellen West en nuestro camino y por darnos a mi y a mi familia una segunda oportunidad.

El próximo jueves Julia se gradúa de su tratamiento en la clínica, no les voy a decir que no, da miedo esta nueva etapa, pero tengo toda la confianza del mundo de que las cosas van a ir muy bien y estoy muy contenta!!!

 
Ánimo, cuando mas oscuro se ve todo es porque ya va a amanecer!!!!
Un beso y mucha suerte en el camino…


Acerca de mi blog

¡Mamá por favor ayúdame!
En este blog quiero platicarles sobre esta dolorosa enfermedad que sufrió mi hija. Afortunadamente hoy nuestra historia es distinta y nuestra hermosa hija ha vuelto a casa a seguir disfrutando de la vida, del amor que su familia, amigas y novio le brindamos y dejando los problemas de bulimia que vivió en el pasado. Como madre de familia, espero mis palabras les sirvan a muchas madres que buscan palabras de aliento y que sepan no están solas y todo tiene solución
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